Días atrás Miguel, que es uno de esos clientes del bar a los cuales más aprecio tengo y además comparto grandes charlas sobre música y fútbol en especial, me habló de un tal Jonathan Richman.
Este Jonathan Richman fue un fan enfebrecido de la Velvet Underground, la mítica banda liderada por Lou Reed, a la que perseguía de ciudad en ciudad para no perderse ninguno de sus conciertos. Así fue que empezó en este mundo de la música alrededor de 1976.
En su primera etapa con The Modern Lovers se notaba claramente esa influencia: un sonido denso, ritual, eléctrico, de guitarras básicas... La banda cambió su nombre a Jonathan Richman and the Modern Lovers.
Curiosamente su sonido fue evolucionando hacia un rock mucho más sencillo y naif. Sus conciertos eran gratuitos para todos aquellos que viniesen acompañados de niños, a los cuales situaba en primera fila.
Gracias a la recomendación de Miguel es que hoy conozco a este peculiar músico, al que realidad conocía sin saberlo ya que Roadrunner, uno de sus primeros temas, lo conozco desde mi adolescencia cuando escuchaba a los Sex Pistols, The Ramones o The Clash entre otros.
Y también lo tenía visto en la película Something about Mary.