La cena de año nuevo transcurrió tranquila pero con risas. Mucha comida, eso sí. Para empezar tartas varias, de jamón york y queso en dos versiones y otra de espinacas. De segundo guiso de lentejas, idea de mi suegra, que logró que mi cuñado se tirase un pedo de leyenda pasada la medianoche lo que nos obligó a salir al jardín pese al frío y de paso ver los fuergos artificiales. Pero volvamos a la cena, de tercero hubo carne y pastel de carne con puré de patatas y otro puré de calabazas. A las doce las uvas, la primera vez que lo hago aunque casi nos ahogamos cuando mi suegro exclamó en la octava campanada. "Terminé!!!" como si se tratase de una carrera de comer uvas. Luego Sandra, la mujer de mi cuñado hizo otros rituales como ponernos 3 lentejas en la copa en la que hicimos el brindis, mi suegra creo que se tragó una. Y después de eso Sandra empezó a subir y bajar las escaleras de la casa con un bolso, eso dijo que era para que le surjan viajes en el 2009. En fin. Yo lo que sí hice mientras empezaba el año fue tener la pierna izquierda levantada, así que empecé el año con el pie derecho. Llevaba calzoncillos rojos pero no de estreno, ni siquiera limpios. De postre, haciendo un esfuerzo para que entre en el cuerpo, un flan de chocolate con bizcocho borracho y nata que hace mi suegra que está de escándalo. Ana ya empezaba a sentirse incómoda por tanta cena y marchamos temprano a casa. Osea que me acosté pipón y sin resaca ya que tomé solo una copita de vino y luego coca-cola. Y hoy a descansar. Por otra parte, como verán los que siguen este blog, también le lavé la cara al Bombonacho, año nuevo, look nuevo. Les deseo a todos buen comienzo de año. Salud y saludos, Nacho.
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