Si este camión estuviese circulando por Buenos Aires recibiría más de algún comentario jocoso o alguna que otra mirada risueña. Lo cierto es que la foto la tomé en el barrio Los Remedios de Sevilla y nadie más que yo reparó en ese momento que un camión del Grupo Boluda andaba por ahí. Ahora me pregunto: ¿Cómo hubiese reaccionado un sevillano en Buenos Aires si ve venir un camión del Grupo Gilipolla?
Ayer por la mañana la llevé a Ana hasta su trabajo y luego me quedé en Triana hasta el mediodía. Me pasa cada vez que ando por Triana que no paro de saludar gente. Primero desayuné en el Tranvía en la calle San Jacinto, el bar Alejandro, un tipo genial. Tomé un café con leche con un tostada entera de jamón. El pan de ahí es el mismo que teníamos en la cervecería Hispano, mi lugar de trabajo durante años junto a Ana y su familia, yo lo llamaba la pizzería de mi suegro ya que era eso en breves palabras. Así que en el Tranvía reviví viejos sabores. Luego me fuí a la Salmantina, una tienda de alimentación, carnicería, chacurtería (fiambrería) y quesería. También intercambié saludos con Juan, el carnicero. Más tarde me dirijí hasta el bar Badila, de otro Alejandro, también un grande, me invitó un cortado y charlamos de futbol, él es del Sevilla. Salgo de ahí y me voy al Mercado de Triana. Aquí no saludé a nadie, entré al baño ya que mi cuerpo lo requería. Este lugar es el sitio más limpio y tranquilo de todo Triana a la hora de cagar. Así que si te estás cagando en Triana y no son más de las 15 horas te recomiendo el Mercado de Triana, el que sale en la foto de arriba, no el de San Gonzalo que no conozco su baño como para recomendarlo. Cuando salgo del Mercado me cruzo con Manu Ruíz, mi amiguete cantautor que me hizo cantar a mi en público en varios de sus recitales, esa es otra historia. Pero ya que estoy les paso la web de Manuel para que lo descubran. http://www.ruizmanuel.com/ Manuel trabaja en correos y además es músico.
Desde que tengo 36 no he publicado nada, lo siento. Pero una vez asimilados los años que llevo encima he vuelto y les cuento. El día de mi cumpleaños trabajé por la mañana hasta las 15 horas y luego fui a buscar a Ana que salió también a esa hora y nos fuimos a tapear al bar Oliva que queda sobre San Jacinto esquina Justino Matute, en Triana. Tienen las mejores tapas que probé en Sevilla, además son amigos. Comimos cola de toro, croquetas, salmorejo y san jacobo. Luego de almorzar me fui andando a la oficina de correos que está en San Jacinto y Pagés del Corro. Fui a pagar la luz. De ahí nos fuimos al Corte Inglés de San Juan de Aznalfarache. Ana me compró el regalo de cumple, un Ipod Classic de 160GB, una pasada de chiche. Yo aproveché y le compré un juego para su Nintendo DS que le regalé para su cumple. Del Corte Inglés a casa. Siesta. Por la noche vino Juan, mi cuñado, y nos comimos unas pizzas. Me trajo 2 botellas de vino de regalo. Un Barón de Ley Finca Monasterio del 2003 D.O. Rioja y un Jaros 2001 D.O. Ribera de Duero, este último ya nos lo bebimos. Mis viejos me regalaron la camiseta de Los Pumas del mundial. Mi hermana Virginia me mandó una presentación de fotos de mis sobrinos Felipe y José Ignacio saludándome por mi cumple. Además recibí llamados de todos mis sobrinos que eso es un regalazo. Los abuelos de Ana me regalaron un sweter que para el frío bien de lujo y María, mi compañera de trabajo, me regaló lo que ilustra este relato, chocolates y una moto de juguete. Gracias a todos los que me saludaron por mi cumple y a los que no también.
Se acercan las compras navideñas. Y no hay nada peor que clavarse horas mirando cosas que solo le interesan a la parienta. Es por eso que para que los maridos concurramos con nuestras adoradas esposas a hacer las compras, a un grupo de catalanes, que para los negocios son muy buenos, se les ocurrió instalar en un centro comercial una guardería de maridos. 
Faltan un par de horas para que cumpla 36 años. Cuando estuve en Buenos Aires, en el mes de septiembre, descubrí a Pomelo. Desde entonces un nuevo ídolo del rock and roll entró en mi vida. Aguante Pomelo ennenneee!!!!!
La lluvia en Sevilla es una maravilla.
Hoy, mientras estaba trabajando en el bar, fui testigo de la caída de un pedazo enorme de rama del jacarandá que está en la acera. Eran las 8 de la mañana, el día comenzaba tranquilo en lo laboral y tormentoso en lo climático. El tránsito de coches se iba transformando en atasco a medida que aumentaba la intensidad de la lluvia y disminuía la visibilidad de los conductores. Yo miraba esa escena mientras ponía café y tostadas a los clientes que iban llegando de a poco mientras otros espontáneos entraban al bar buscado resguardo. En eso el crujir rabioso de la madera se antepuso a la caída de la rama ya mencionada del árbol de la esquina. Milagrosamente en ese momento no pasaron ni coches ni personas y faltaban 20 minutos para que en esa esquina de Virgen de Luján y Monte Carmelo se dieran cita los niños que a diario esperan el autobús para ir al colegio. Cuando terminé de poner el café que estaba cayendo fui en busca de la guía telefónica, busqué ayuda en ella y llamé al 112, que es Emergencias. A los 10 minutos un camión de bomberos y un patrullero de la policía local de Sevilla acudieron a la zona y solucionaron el problema con una motosierra. Hicieron leña del pedazo de árbol caído. Leña que por estar húmeda y verde no servía para una mierda. Transcurrió la mañana lluviosa con normalidad y a las 11:30 llegó un camión del servicio de recolección de muebles y cosas que la gente deja en la calle para que el ayuntamiento las recoja y se llevaron la leña inútil o los pedazos del pedazo de rama del jacarandá. Fue impresionante como respondió el 112 a mi llamada, ojalá la vida sea siempre así de dispuesta a resolver las cosas cuando uno lo necesita. Singin' in the Rain.
El mismo lobo tiene momentos de debilidad, en que se pone del lado del cordero y piensa: Ojalá que huya.
Adolfo Bioy Casares
El sábado me levanté por la mañana y mientras Ana seguía durmiendo me fui a la carnicería. Esta carnicería se encuentra muy cerca de casa en un pequeño polígono industrial que tenemos aquí en Gelves. La particularidad que más destaco es que tienen cortes de carne al estilo argentino, como ser tira de asado, entraña, vacío y matambre. Estos cortes no son tan fáciles de conseguir ya que en España a la vaca no se la corta como en Argentina. Por eso cuando un argentino encuentra un sitio como este lo valora mucho, además la calidad y el precio son muy buenos.
Volvamos al interior de la carnicería. Me acerco al mostrador y saludo al carnicero que también se le nota la alegría de recibir argentinos ya que nos consideran buenos entendedores en la materia y si un argentino vuelve a su negocio es porque tiene buena merca, y por cierto recibe bastantes, detrás de mí entró una pareja de paisanos. Nos distinguimos del resto por nuestra forma de hablar, je je. Sigo con el carniza (carnicero en lunfardo argentino, otro día explico lo del lunfardo porque no me voy más de la carnicería). Le estoy por pedir asado de tira y de pronto veo una pierna de cordero con un sello que dice: "ARGENTINA". Chau, este es mío. Pedazo de pierna, me costó unos 19 euros, a 8,50 euros el kilo más o menos. Volví a casa si dinero pero con una pierna de cordero argentino. Ana se estaba por despertar. Le gusta mucho dormir.
El día anterior, viernes 16 de noviembre, en el bar, Fabián cocinó una pierna de cordero al horno y me fue enseñando algunos truquitos. Y no es por alardear pero me salió buenísima. La cenamos el sábado, la seguimos almorzando el domingo y la terminamos por la noche. Estoy asqueado de cordero. Les cuento a continuación como la hice.
Primero precalenté el horno al máximo y en una bandeja puse la pierna empapada con aceite de oliva virgen extra y poco de jerez. La metí en el horno unos 20 minutos a máxima temperatura, dándola vuelta para que se dore parejo. Luego le retiré el exceso de jerez y bajé la temperatura a unos 190 grados. Le añadí dientes de ajo alrededor, una hoja de laurel, dos ramitas de romero que tengo plantado en casa, más aceite de oliva, 6 papas medianas alrededor con 2 cebollas y 2 pimientos morrón de Murcia que me trajo Manuel, mi amigo camionero. Sal y pimienta a gusto. Así durante 1 hora y 15 minutos más o menos. Siempre dándole vueta para que se haga parejo. Y de puta madre, riquísimo.
Esto apareció publicado el miércoles 15 de noviembre del 2007 en el Diario de Sevilla. Sus autores Miki y Duarte, nos muestran una de las caras más visibles de la Argentina en el exterior como es la manera violenta de protestar que nos caracteriza. Esta vez no fue el fútbol el que mostró enfrentamientos entre civiles y policías. La trifulca ocurrió en una manifestación contra el carné de conducir por puntos. Acá en España lo tenemos hace más de un año y no hubo ni una sola manifestación y menos con violencia para oponerse a los puntos. Yo los tengo todos, son 12. Visto lo ocurrido el fin de semana pasado en Italia, que ahí si fue en torno al balompié, está claro de dónde nos vienen los genes en esa materia. La culpa la tienen los tanos que nos trasmitieron esa mala hostia asquerosa... caracter podrido... Me pongo a pensar y me recaliento y me dan ganas de romper todo, así que mejor me tomo una tila y me voy a dormir. Hasta mañana. Merda.
Esto es lo que cuelga del espejito de mi coche. Ya lo se, es re grasa, pero lo llevo con orgullo. Lo que pasa es que cuando un argentino vive fuera de Argentina se vuelve más argentino. Y no lo digo solo yo. Lo veo día a día. No se bien porque será, o tal vez no me convenga analizarlo por ser tan obvio. Nos convertimos en una especie de embajadores y por otra parte en defensores de lo que más queremos. Me encanta llevar esto colgando en mi coche.
¿Quién no tuvo la ilusión de meterse en la experiencia de estar encerrado en un coche mientras se lava automáticamente? Uno de esos era yo. Y al fin cumplí ese sueño. Pero no me fue del todo grato. Encaro la entrada del auto lavado, le pago 2,40 euros al pibe que me atiende por un lavado completo a full re-brillante, hasta ahí todo re guay. Pero al empezar a funcionar los rodillos, azules y amarillos, joder... super bosteros. Entonces fue que estando encerrado en mi coche viendo como el azul y oro dejaba níquel mi buga fui repasando aquellos hinchas de Boca Juniors que conocí, y seguro que me olvido de casi la mayoría, pero que quiero saludar como buen papá. (Recuerden queridos boquenses que soy cuervo, el actual campeón argentino). Empiezo: Tío Eduardo, Matías, Mauro, María Marta y tía Marta, Fabián y familia, Germán Lima y familia, El Colo Ricciadi, Señor Pato Larreategui, Champi Pérez Trípodi, Martín Bistuer, Martín Baccaro, Juan Manuel Gimenez, Rodolfo Rastellino quizás? creo que es bostero aunque no muy fulbolero. María, mi compañera de trabajo aunque acusa ser de Racing también. En fin, saludos a todos, que a la distancia ese odio futbolero se desvanece por suerte y prevalece la cordura. Aguante Lanús por favor, que no salga campeón Boca. Sinceramente, Nacho.
